domingo, abril 10, 2005

Por qué Cristian Duque odia la historia.

«Parece que el mundo empieza conmigo, con mi verdadero comienzo. Antes de mí, no hay nada. Todo lo importante aparece cuando yo aparezco. Odio la historia, y no creo que la gente tenga malas intenciones jamás, porque no hay razones para ello». La Corporación reconoce como una de sus principales cualidades, la de perdonar. Realmente él nunca perdona, es sólo que nada es muy importante para solucionarse con un perdón. De igual forma, él detesta cometer errores, para no tener que disculparse. Como hay mucha gente en el mundo, él prefiere dejarla ir antes que postrarse con una excusa. Sólo sobreviven con él los que tampoco consideran que hay cometido algún error. No son tantos como parecen (¿Nombres propios? duque.orange@gmail.com).

Para hoy, tenemos mucha historia. C. T. Duque M. no encaja en ella, y es lo que se demostrará. Claro que el tiempo es un factor importante, como se observará en el plan 39 Horas. Bienvenidos.

Una semana para olvidar

La llegada de Camilo Duque, hermano, frenó el ritmo ascendente que se llevaba cada semana. Conversaciones de medianoche, planes inesperados, ¡Qué desesperación! Afortunadamente, semanas como estas dan la opción de replantearlo todo. Eso nos ha sucedido bastante. Además, tres personas reaparecieron en el panorama. Nuevos cambios, más socialización. Mi sicóloga tendrá bastante trabajo este lunes.

Historia de corto plazo

Teniendo en cuenta la cantidad de metas que se han obtenido en tan poco tiempo, nos hace preguntar qué fue todo lo que hicimos durante el año pasado.

¿Dónde dejamos el tiempo perdido? Lo pusimos en una pésima inversión, compartida, además. Di pena como economista. (Lo pésimo era la inversión, no el socio. Nunca más.)

¿Disfrutamos el tiempo arruinado? No. La imprecisión de ideas y las falsas preocupaciones llevaron al traste la espiritualidad de la Corporación.

¿Guardamos agradables impresiones del año pasado? Sí, quizás, pero son recuerdos sin futuro, no deben considerarse reales o útiles. Años pasados me hicieron crecer. De hecho me temo que grado once haya sido un retroceso.

¿Dónde estaríamos ahora? La Vida en el 2005 requiere más madurez de la que podemos alcanzar. El problema es más profundo. Jamás sabremos cuánto perdimos hasta ahora. Lo cierto es que el tiempo vale más en estos momentos, así que estar solo es mejor que antes, porque aunque hoy sepa cómo hacer diez veces más felices a las personas, los errores que cometa hoy causarán daños mil veces más graves en ellas.

Gestión de Proyectos

Adoro este manejo del tiempo que los muchachos están haciendo por mí. Gracias a ello, puedo conocer más de cosas que no veo en mi carrera, estar pendiente de noticias, recobrar viejos amigos, aprender técnicas nuevas (idiomas, culinaria, teatro), perseguir mi meta de 20 libros fuera de la Universidad al año y seguir rindiendo académicamente. Claro que el ginseng ayuda un poco. Y bueno, Björk también.

Ahora tenemos un trabajo bien importante y decisivo para el futuro del restaurante: el proyecto de relanzamiento de Menta & Miel Fase II. El restaurante, que algunos de ustedes conocen, Cambiará de dirección (a la K4#14-90), y será mucho mejor.

Este cuento de la organización del tiempo, la presión, la lucha, es bastante amnésico. Cada semana parece la primera, como en grado octavo, con Diana: cada nueva semana era la misma danza de acercamiento, afianzamiento y mejoramiento de la relación lo que más se pudiera antes de que fuera viernes. Pero bueno, ahora no me desgasto tanto. El problema es que la emoción de los días ha bajado tremendamente. Esperamos que eso no afecte nuestro rendimiento. Un nuevo error de economistas nos llevaría al traste.

Antes de terminar, anunciamos el próximo lanzamiento de la versión en inglés del blog. Si el presente les genera algún tipo de pensamiento, comuníquense a duque.orange@gmail.com. «Somos una amplia fuente de difusión».

Plan 39 Horas (primera parte)

Como adelanto al Plenty Life 17's, tenemos la gestión del tiempo de la Corporación. Descartando el tiempo de estudio, trabajo, sueño y desplazamiento (y todo el domingo, por supuesto), restan 39 horas para repartir... No quiero adelantar nada. Véanlo ustedes mismos. Al parecer, ya aprendí a poner imágenes en esta cosa.

39 Horas Posted by Hello