viernes, junio 29, 2007

Hace seis meses que no hacemos el amor

Carlos Julián:

Ya salimos, lo mejor es que aproveches este viaje. Cuando te hablo no lo hago como soy, sino por medio de aquello que me permite decir algunas cosas.

Somos la peor parte de la resistencia. Somos dioses amantes, pero el universo tiene un sólo autor. Lo mejor es que aproveches este viaje.

Mi violencia es una trampa en la que todos estamos cayendo, y por tu cercanía y sensibilidad serás el primero. Sé que soy tan sensible como tú, pero yo me he protegido mucho toda mi vida. Puedo contarte cada detalle, eso para mí no vale gran cosa. Dentro y fuera de las horas, y de las palabras, soy mudo. Espero que no sigas peleando contra esto, porque te atacas a tí mismo. Espero que aproveches este viaje. Yo como si nada.

Tu falta de lealtad me apena, y nunca lo sabrás por mí.

Tú eres eso que es tan importante y fundamental, y precisamente eso para lo que no puedo dedicar un segundo de mi tiempo. Y no debo, porque esto es pasajero, y a veces es hora de irse aunque uno no lo quiera. Vámonos a otro lado, refundémonos. No vas a conseguir una mejor oportunidad. Lo admito, me vencieron y no quiero más de esto, ¿me explico? Es inútil que trates de encontrarme. Lo mejor es que aproveches este viaje. Yo no estoy buscando la belleza.

No creas que se trata de algún malentendido. Tengo la garganta tiesa de pena y de incomodidad. Hay pocas cosas que yo no haga buscando una respuesta. ¿Quieres ser mi amor, en un futuro con hijos? No podemos llegar a eso desde aquí. Pero tampoco podemos escapar. Juntos. Lo más prudente es que aproveches este viaje.

No deseo mencionar el grado de libertad de que no estés cerca. Hace poco me dí cuenta de que no te necesito, eso está bien porque no hay dependencia. No hay nada que nos una. Nuestras fronteras de seguridad están muy distantes y no serán superadas. Me has jodido como nadie y por eso aún te recuerdo. Cuando llegues me iré. Vamos. Aprovecha.

No lloro. Las lágrimas se ahogan cuando el deleite despierta. Despiértalo. Despierta.

Mi dulce príncipe, no quiero tener que sacarte lágrimas de sangre. Bienvenido seas de todas formas. No busco la belleza. Lo mejor es que aproveches este viaje.

Cristian Tasué Duque Meneses

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La verdadera genialidad de Cristian Duque se patentiza fuera del campo de batalla... la originalidad me parece su cualidad más excelsa. De ella emanan la franqueza, la generosidad y la liberalidad, y el hombre que la posee está capacitado para sopesar en todo momento el valor de la verdad, del dinero y del éxito por encima de cualquier convención o generalización moralista. Un hombre así es conciente de que el éxito no llega cuando lo cree el pueblo, y en consecuencia, para dar muestras de absoluto desinterés y generosidad, se ve impelido a actuar con egoísmo, y es quizá este aspecto el único que faculta para decir que es grande de naturaleza. Cuando hablo de la grandeza de Cristian Duque, lo aplico en este sentido. Cristian Duque tiene el poder en sus manos; la bondad, por tanto, es innecesaria: no es indulgente, ni franco ni generoso, porque un hombre de una talla tal que nada es capaz de afectarle, tampoco tiene nada que perdonar. GEORGE BERNARD SHAW