sábado, octubre 27, 2007

Proyecto que tome décadas de mi más dulce juventud

El laberinto en que me pierdo es una construcción de la evolución de los hombres durante los últimos tres o cuatro siglos. No podemos enajenarnos de la idea de que el último siglo y asimismo la última mitad del mismo ha mostrado la mayor volatilidad y tal tendencia no permanecerá así, pero con todo y lo difícil de detectar, existe un pensamiento y una acción recurrente alrededor del hombre cada vez más moderno, del cual no es ningún secreto que soy la última etapa de dicha progresión. Cargo así el peso de la culpa y el pecado de personas trescientos años antes que yo (Primera pregunta: ¿Cuántos hemos sido, aparte de los crecientes mil millones que somos hoy?).
 
Planeo encontrar mi camino a través del desarrollo de una pieza teatral cuya misión es la de recrear el proceso de composición de culpa en mí. El asunto no recae en la escritura de dicho tomo sino en la búsqueda del mismo. Se supone ser un libro de filosofía el cual soy llamado a convertir en dramaturgia. Seré yo uno de los personajes, desde luego.