jueves, noviembre 13, 2008

El comienzo de un mejor ensayo

El argentino, sospecho, ha hecho demasiado para su gusto y ha renunciado a la idea de hacerse entender. No los hace esto ininteligibles, más los hace ver como si estuvieran acostumbrados a no ser comprendidos. Hablan constantemente, de forma muy reiterativa, e incluso hay un punto donde simplemente se dan por vencidos, y de forma irrazonable viran y clausuran la conversación. Una maravilla natural toma sitio con frecuencia, cuando un argentino plantea una inquietud a otro argentino, el cual le responde algo que no tiene relación, ante lo cual se superponen las conversaciones, hasta que se dan cuenta de que se encuentran distantes, aún dentro del mismo tema común. Minutos continúan en rectificaciones explicaciones de la forma en que la idea tomó dicho camino, incluyendo en ocasiones algún contexto de la cotidianidad.